Cómo mirar hacia abajo sin que te cruja el cuello

El otro día una alumna de clases de Técnica Alexander observó que en todo lo que hacemos en la casa y el trabajo tenemos que mirar hacia abajo. Y me mostró cómo mira hacia abajo para ver todo, desde el teléfono hasta los platos en la pileta. Mientras hacía esto, ella empujaba la cabeza hacia adelante y abajo, forzando el cuello mientras el cuello sostenía todo el peso de la cabeza. Tambien ponía la cabeza en una posición fija, flexionando desde la nuca para mirar hacia abajo.

Como escribí en mi último artículo “3 consejos para sentarte con la guitarra o en la compu cómodamente”, las cosas que vemos nos llaman mucho la atención. Tendemos a responder a esas cosas llamativas empujando la cabeza hacia adelante … y comprimiendo el cuello.

El problema es que normalmente no nos damos cuenta cuando hacemos esto. La naturaleza del hábito es que se siente normal aunque no sea acorde a cómo está diseñado nuestro cuerpo. ¡Hasta que los hombros y la espalda empiezan a doler o contracturarse!

Yo estoy suscrita a muchas listas de mail de diferentes técnicas corporales para estar al tanto de lo que ofrecen, y mayormente se trata de darle al cliente un alivio a dolores y contracturas. Lo que no mencionan es cómo las personas se coordinan a si mismas.

Todos hemos escuchado que deberíamos flexionar las rodillas para levantar cosas, pero yo veo eso como “seguir la letra de la ley pero no el espíritu de la ley.” ¡Seguir la ley ya es bueno, por supuesto! Pero lo que quiero decir es que mejor que solo flexionar las rodillas es coordinar la cabeza y columna de manera que el cuello permanezca tranquilo y la columna se alargue.

Entonces cuando queres mirar hacia abajo, primero… hace una pausa! Pará para darte cuenta de qué estás haciendo. Aunque sea sólo una fracción de segundo. ¿Estás empujando tu cabeza hacia adelante y flexionando tu columna en la nuca? En lugar de hacer eso, recordá que tenes otras articulaciones que están diseñadas para la flexión: además de rodillas, tenes tobillos, caderas y una articulación cabeza-columna (ahí arriba donde tu cabeza se apoya sobre la columna). Permití que estas articulaciones se suelten hacia una flexión para que la columna continue alargandose en lugar de comprimirse.

Saqué unas fotos para darte una idea de qué es dañino y qué ayuda.

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Con cariño,

Mari